The Offer, un recordatorio para valorar la experiencia de ir al cine
Toda la serie vale la pena. Ningún episodio tiene desperdicio. Pero si se trata de detenernos en momentos significativos para engrandecerla todavía más, mi escala la hago en una secuencia que dura a lo mucho un minuto, sin embargo bien puede sintetizar el espíritu de lo que narra The Offer.
Se trata del instante en que Albert S. Ruddy (Miles Teller) va al cine junto a Francoise Glazer (Nora Arnezeder) para ver Planet of the Apes. El contexto nos ubica en sus reacciones al final de la película. Ella se muestra satisfecha con lo que ha visto y él está fascinado viendo cómo el resto de espectadores quedan estupefactos en la sala ante lo que les transmitió El planeta de los simios.
Observando que todo alrededor es un hervidero de emociones, Ruddy comprende que una película va más allá de ser un mero contenido audiovisual que entretiene al público. Dimensiona a un filme como una experiencia completa que debe alterar los planos emocional, sentimental, mental y sensorial de quien paga un boleto para ver una historia cinematográfica. Concibe la idea de que la gente debe irse a casa con ganas de volver a ver lo que vieron, platicarlo y no pensar en otra cosa.
A partir de haber visto Planet of the Apes, Ruddy define sus bases para producir The Godfather. Está convencido de que la película debe filmarse como una experiencia en sí y no como un simple trabajo cuyo único propósito sea la taquilla. Para él, tiene que ir más allá, al grado de que el espectador sienta que su vida sea un antes y un después de acudir a la sala para ver El padrino.
Esa secuencia en la sala al finalizar Planet of the Apes habla demasiado de lo que es y significa el cine para quienes lo crean bajo la concepción de que el público no es tonto. Por tal motivo, en estos tiempos que algunas franquicias acaparan las salas con contenidos desechables, The Offer es un obsequio para respirar y recordar que sentarse a oscuras frente a la pantalla grande puede ser un complemento de nuestros días.
